Obsesion por los supermercados

Hay mucha controversia con el exceso de consumo y esta sociedad que se la pasa comprando cosas. Bueno debo reconocer que no soy la excepción a esa regla. Pero mi obsesión no pasa por la ropa o acumular ese tipo de cosas.

Tengo problemas con la comida. Cuando voy a los supermercados mis pupilas se dilatan, mis sentidos se agudizan y mi billetera tiembla. Para mi ir al supermercado es una de las experiencias que más placer me genera. No voy a comprar electrodomésticos aunque si los necesito es posible que primero vaya ahí con esa excusa. Lo que verdaderamente voy a buscar son alimentos, condimentos, utensilios si es necesario y todo tipo de producto de consumo diario. Me encanta pasear por las góndolas y ver que fruta o verdura nueva trajeron para probarla. Ver si agrandan la cantidad de opciones sobre una leche vegetal y también buscar probarlas todas para saber cual es la más trucha o la mejor.

Mis amigas por ejemplo disfrutan del shopping y comprarse ropa, zapatos, carteras, aros, y accesorios de todo tipo, pero no solo uno sino varios porque quieren tener de diferentes formas o colores. Y me encanta, la verdad los admiro por poder hacerlo y disfrutarlo, pero yo sinceramente no me aguanto un shopping toda la gente molestando elegir desde la computadora es mas facil ya se mis talles y lo que me gusta entonces me lo compro si lo necesito y listo. En cambio con la comida es diferente.

Estas fotos son de cuando estuve en República Dominicana. Cuando entré por primera vez a un mercado estaba todo lo que yo no tenía en casa y me desesperé. Una cantidad infinita de productos que no conocía y muchos también que conocía pero que no hay en Buenos Aires. Cantidades ridículas de opciones del mismo producto muchas de ellas americanas y tentadoras. Recuerdo que la primera vez que encontré un super me compre 3 aguas de coco diferentes, 3 yogures frutas, y muchas cositas pequeñas tipo galletitas riquísimas de muchas variedades y colores. Fue mi perdición.

Ese viaje fue de la playa al super del super a la playa o del super a la casa y de la casa al super. Una adicción irresistible que no podía soportar. Fiambres diferentes también y una amabilidad irresistible porque me vuelven a atender.

Ese viaje volví con una cantidad hermosa de kilos extra. Muchas cosas nuevas por contar, sobre todo de comida, y un color en la piel hermoso. Dominicana muy lindo país para conocer y recomendar, además cerca de alli tenes muchas otras islas que podes conocer y de hecho sus playas son muy hermosas y diversas, cayos bahías tiene de todo.