Ramen y amigos! ¿Que mas?


Soy un fanatico de la comida, pero más fanatico soy de la comida asiática desde que me acuerdo que tengo conciencia. Con los chicos el domingo nos juntamos y queríamos dar una vuelta y tomar algo, básicamente juntarnos. El día de ayer por suerte estaba increíble sol, cielo celeste, calorcito al sol, fresquito a la sombra, no se podía pedir más.

Nos juntamos a las 12 del día en Cabildo y Juramento y de ahí fuimos caminando hasta el mejor lugar de ramen de Buenos Aires, Orei! Este lugar está ubicado en la cola del barrio chino en donde se encuentran unos cuantos lugarcitos ricos para comer. Uno de pizza, este que mencione antes y después hay bares de hamburguesas, alguna tapita y mucha bebida pero es tan solo una cuadra de bares y pequeños lugares de comida.

Llegamos y había un montón de gente pero no me importó.Mientras los chicos esperaban para ser atendidos en la cola de gente que había allí, yo me fui a un barcito al lado y le pedí 3 cervezas para charlar mientras esperábamos a ser atendido. Con los chicos me pasa algo muy lindo, y es que nos encontramos cada tanto por estar a destiempo pero estamos siempre conectados. Y cuando tenemos la oportunidad de vernos pareciera que el tiempo no pasa. Hay una complicidad única para mi en donde nos miramos y ya sabemos de qué se está riendo el otro o que es lo que está pasando. Es como un código que nunca escribimos que se dio naturalmente desde que nos conocemos.

Así como nos sucede cuando llegó el turno de nosotros tenemos 6 opciones de ramen diferentes y nos pedimos 3 distintas con la idea de comer todos la de todos para poder probarlos. A los tres nos gusta el picante así que tuvimos una fiesta de picor. Diferentes picantes diferentes sabores todo en una misma sentada. Empezamos a comer y muy rápidamente arrancó el calor y con el calor la segunda vuelta de cervecita!

La salida estuvo hermosa, nos pudimos poner al día, también hubo unas lágrimas que nos acompañaron porque estábamos un poco los tres con la guardia baja. Curiosamente los tres y digo , curiosamente, porque cuando uno está mal los otros dos, solemos estar bien entonces bancamos la parada y se lleva diferente. Pero ayer no fue a casa y por primera vez estábamos los tres en la misma sintonía baja de melanco/tristeza y nos hicimos apoyo psicológico además de apoyo gastronómico.

Con los chicos hablamos mucho de gastronomía porque ellos desde otros lugares también están inmersos en el mundo gastronómico y la verdad fue una hermosa tarde de comida, amigos, hermanos, risas, lágrimas y abrazos como esos que uno necesita cuando está en una media rara.

¿Vos tenes esos amigos con los que te entendes en todo?