I remember very well when I was a kid and watched Chucky Chun movies or anime cartoons where great wrestlers got on a tatami and the weather was transformed to freeze time for an epic fight. Many times they were of superheroes, many others of wrestlers in action movies and the ones I liked the most at that time I remember were the sumo ones.

These photos that I want to bring you today are from the day I stepped in Japan and I was able to fulfill another of my dreams. To see a sumo wrestling match. I remember looking six months before the trip to find out if there was any Sumo wrestling, tournament or exhibition, until I finally found one.

I had to wait several days from the time I arrived in Kyoto until that day came. I remember every step I took that day from the moment I woke up.

In the morning after changing with my friends with whom we made this epic trip to the old world, we went down to have breakfast at a place near where we were. I had rice for breakfast with some steamed vegetables and a poached egg, an infusion of tea and when we left I passed by a coffee shop and had a coffee in the street as we passed by. After our breakfast, we left by train to go about 50 kilometers out of the city until we reached the commune or neighborhood where the tournament was taking place. I remember clearly what it was like.

When we got off the train, which by the way are crazy big, fast and comfortable, the city was less upwards and more to the sides. Lower buildings, more trees and masses of space where light enters. In the distance, I remember there was a big round building like a stadium and there the magic was about to happen.

As we entered the stadium, there was a ring around the stadium where people passed through, there were places for entertainment, dressing rooms for the competitors and also bathrooms for the spectators and at the same time a walkway of all the wrestlers of all the data and of all the categories talking, stretching, and walking from one place to another.

Once inside the place where the fight would take place, I remember the immensity of the place. From the ceiling fell large cloths that decorated the place and gave it an impression of solemnity.

Full of judges and people with their costumes and dresses for the occasion. We got tickets to be in the lower part so we took off our shoes and were able to sit in our seats to watch this incredible show. The silences were eternal and where we could not hear the sound of anything, because the respect for everything that was happening was absolute.

The values they handle, the seriousness with which they take it is unimaginable. It is not a sport, it is much more than that. It is culture, values of honor, respect, and a lot of other things that can only be understood by being there.

SPANISH VERSION (click here!)

Me acuerdo muy bien cuando era chico y miraba las películas de Chucky Chun o los dibujos de anime en donde grandes luchadores se subían a un tatami y se transformaba el clima para que se congele el tiempo para disputar una lucha épica. Muchas veces eran de superhéroes, muchas otras de luchadores en películas de acción y de las que más me gustaban en ese momento recuerdo eran las de sumo.

Estas fotos que hoy les quiero traer son del día que pise Japón y pude cumplir otro de mis sueños. Ver una lucha de sumo. Me acuerdo haber averiguado seis meses antes del viaje si había alguna lucha, torneo o exhibición de Sumo, hasta que finalmente encontré una.

Tuve que esperar varios días desde que llegué a Kioto hasta que ese día llegó. Me acuerdo de cada paso que di ese día desde que me levanté.

En la mañana después de cambiarme con mis amigos con quien hicimos este épico viaje al viejo mundo, bajamos a desayunar a un lugar cerca de donde estábamos. Yo desayune arroz con unas verduras al vapor y un huevo poché, una infusión de té y cuando salimos pase por una cafetería me tomé un café en la calle así al pasar. Después de nuestro desayuno, partimos en tren para ir a unos 50 kilómetros de la ciudad hasta llegar a la comuna o barrio en donde estaba dándose el torneo. Me acuerdo claramente de cómo era.

Cuando bajamos del tren, que por cierto son una locura de grandes, rápidos y cómodos, la ciudad era menos hacia arriba y más hacia los lados. Construcciones mas bajas, mas arboles y mass espacio en donde entra la luz. A lo lejos, me acuerdo que había un gran edificio con forma redonda tipo un estadio y allí estaba por suceder la magia.

Al entrar todo alrededor del estadio había un anillo por donde pasaba la gente había lugares de esparcimiento, vestuarios para los competidores y también baños para los espectadores y al mismo tiempo una pasarelas de todos los luchadores de todos los datos y de todas las categorías hablando elongando, y paseándose de un lugar a otro.

Una vez dentro del lugar donde se daría la contienda me acuerdo la inmensidad del lugar gradas inmensas hacia arriba. Del techo caían grandes telas que decoraban el lugar y le daban una impronta de solemnidad.

Lleno de jueces y personas con sus trajes, y vestimentas para la ocasión. Nosotros conseguimos entradas para estar en la parte más baja asique nos descalzamos y nos pudimos sentar en nuestros espacios para poder ver ese increíble show. Los silencios se hacían eternos y en donde no se escuchaba el sonido de nada, porque el respeto por todo lo que estaba sucediendo era absoluto.

Los valores que manejan, la seriedad con la que se lo toman es inimaginable. No es un deporte, es mucho más que eso. Es cultura son valores de honor, respeto, y un montón de cosas más que solo estando ahí se pueden entender.

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