Tenía unos días más que me quedaban para escaparme antes de empezar mi año laboral y me animé a irme unos días para poder disfrutar del agua y un poquito más de naturaleza que siempre es lo que más me gusta hacer siempre que puedo. Agarre me subí al auto le pregunté a una amiga si tenía ganas de irse conmigo y llenamos el auto de ropa, unos vinos y nos mandamos para Una playita en Córdoba que conozco es hermosa y me encanta. el viaje es un poco largo pero con buena compañía se pasa realmente rápido y la lo metimos rápido y de un tirón, solo paramos 2 veces para que Nunca baje y haga sus necesidades y nosotros , pero no para comer ni por cansancio y ayudó mucho que no habia trafico asi que fue todo perfecto.

Cuando estábamos llegando la sorprendí a mi amiga porque no fuimos al lugar que ella conoce que voy siempre. había reservado para tener una habitación en un castillo que hay alejado de la playa y quería conocer hermoso. El lugar era realmente un sueño lindo. Nos instalamos y el hotel este, es una mezcla rara de hotel, galería y espacio cultural entonces puede pasar de todo todo el tiempo. Osea capas salis de tu habitacion un dia y hay una muestra de un artista plástico y hay coctel con vino etc. Y otro día puede haber una feria de artesanías en medio del hotel, así como un poco hippie medio random pero cool al mismo tiempo todo muy así y que nos pasó a nosotros? nos encontramos con una muestra de alfarería. No entendimos mucho como venía la mano, pero había cosas de autor y también otras más como regulares pero había de todo y mi amiga se volvió loca se quería llevar todo.

Al otro día nos levantamos temprano y nos fuimos a la playita a pasar el día, Un clima perfecto y había gente por ser fin de semana pero no era una locura porque ya digamos que la temporada de verano terminó así que había más locales que otra cosa, ideal. Asique estabamos como queríamos, nos encontramos en el lugar donde más nos gustó y nos pedimos unos traguitos enseguida para brindar. Nuka estaba feliz pudiendo ser libre en la playa y se la paso jugando y metiéndose al agua todo el tiempo, entrando y saliendo corría un montón y siempre que aparecía algún perro se ponía a jugar como loco.

Nos comimos un rico almuerzo de verano así como picar algo pero todo tan sabroso que daban ganas de pedir más y nos aguantamos la comida para pedirnos otros traguitos más, dos señoras borrachas. Cuando terminó el día nos volvimos al hotel, nos pegamos una ducha y fuimos a merendar algo y a caminar por ahí que hay unos senderos re lindos creo que son de la propiedad del hotel pero no estoy seguro.

Esta es la vista del parador al que subimos por ese puente que cruzaba el arroyo. Una hermosa Córdoba siempre es plan. La verdad la pasamos increíble y ambos necesitábamos desconectar para poder arrancar lindo el año.

Espero que lo hayan disfrutado igual que nosotros!