Postcards from El Bolson -EN-ES-

Recently, I received news that filled me with joy: it snowed again in El Bolsón. This charming town, located in the Argentine Patagonia, was transformed into a fairytale landscape, covered by a white blanket that shines under the winter sun. My friends, who live there, were quick to share with me stunning photos that capture the beauty of this corner of the world at its best.

The images my friends sent me were truly magical. In each photo, you could see how the snow covered the streets, the roofs of the houses and the trees, creating an atmosphere of serenity and purity. The mountain peaks, usually majestic, now looked even more impressive with their new layer of snow. Seeing these landscapes made me feel a deep connection with nature and a great nostalgia for the times I spent in El Bolsón.

El Bolsón is a very special place. Known for its tranquility and alternative spirit, this town attracts those seeking a simpler life in harmony with nature. The community is small but close-knit, and life there is characterized by a slower and more relaxed pace compared to the big cities. People in El Bolsón value simple things and have a great respect for the natural environment around them.

One of the jewels of El Bolsón is the Jauja chocolate shop, a place that is synonymous with quality and deliciousness. Jauja is not only a chocolate shop, but also an ice cream parlor famous for its artisanal flavors that combine local and exotic ingredients. During the winter months, their hot chocolate is a real treasure, perfect to enjoy while watching the snow fall gently from a cozy window.

My friends told me that, after the snowfall, they visited Jauja to enjoy a warm and delicious afternoon. The photos they sent me of their cups of hot chocolate, decorated with cream clouds, almost made me feel the aroma and taste of that comforting drink. They also told me about the different flavors of chocolates and ice creams they tasted, each one more tempting than the last.

Life in El Bolsón during the winter has a particular charm. Although the cold is intense, the community adapts and finds ways to enjoy this season. Outdoor activities, such as skiing and hiking on snowy trails, are very popular. Families and friends gather around fireplaces, sharing stories and enjoying home-cooked meals that warm the body and soul.

On sunny days, the snow sparkles with a special light, and the blue sky contrasts beautifully with the white landscape. It is a perfect time to go out and explore and capture the beauty of winter with a camera. The photos of the snowy landscapes sent to me by my friends made me feel like I was there with them, enjoying the peace and beauty of El Bolsón in winter.

Seeing El Bolsón covered in snow again reminded me of the importance of appreciating the small moments and the beauty of nature. Snow brings with it a sense of renewal and purity, and transforms the landscape into something truly special. Through the photos and stories of my friends, I was able to experience a bit of that winter magic, and it filled me with joy and gratitude.

El Bolsón is, without a doubt, a magical place, and each snowfall only accentuates that magic. The friendships, the community, and the small pleasures like a hot chocolate in Jauja are what make this place unique and wonderful. I can't wait to visit El Bolsón again and enjoy its beauty in person, but in the meantime, the photos and stories of my friends keep me connected to this special corner of Patagonia.


Spanish version


Hace poco, recibí una noticia que me llenó de alegría: volvió a nevar en El Bolsón. Este encantador pueblo, ubicado en la Patagonia argentina, se transformó en un paisaje de cuento de hadas, cubierto por un manto blanco que resplandece bajo el sol del invierno. Mis amigas, que viven allí, no tardaron en compartir conmigo fotos impresionantes que capturan la belleza de este rincón del mundo en su máximo esplendor.

Las imágenes que me enviaron mis amigas eran realmente mágicas. En cada foto, se podía ver cómo la nieve cubría las calles, los techos de las casas y los árboles, creando un ambiente de serenidad y pureza. Los picos de las montañas, habitualmente majestuosos, ahora se veían aún más impresionantes con su nueva capa de nieve. Ver estos paisajes me hizo sentir una profunda conexión con la naturaleza y una gran nostalgia por los tiempos que pasé en El Bolsón.

El Bolsón es un lugar muy especial. Conocido por su tranquilidad y su espíritu alternativo, este pueblo atrae a aquellos que buscan una vida más simple y en armonía con la naturaleza. La comunidad es pequeña pero muy unida, y la vida allí se caracteriza por un ritmo más lento y relajado en comparación con las grandes ciudades. La gente en El Bolsón valora las cosas simples y tiene un gran respeto por el entorno natural que los rodea.

Una de las joyas de El Bolsón es la chocolatería Jauja, un lugar que es sinónimo de calidad y delicias. Jauja no es solo una chocolatería, sino también una heladería famosa por sus sabores artesanales que combinan ingredientes locales y exóticos. Durante los meses de invierno, su chocolate caliente es un verdadero tesoro, perfecto para disfrutar mientras se observa la nieve caer suavemente desde una ventana acogedora.

Mis amigas me contaron que, después de la nevada, visitaron Jauja para disfrutar de una tarde cálida y deliciosa. Las fotos que me enviaron de sus tazas de chocolate caliente, adornadas con nubes de crema, casi me hicieron sentir el aroma y el sabor de esa bebida reconfortante. Además, me hablaron de los distintos sabores de chocolates y helados que probaron, cada uno más tentador que el anterior.

La vida en El Bolsón durante el invierno tiene un encanto particular. Aunque el frío es intenso, la comunidad se adapta y encuentra formas de disfrutar de esta estación. Las actividades al aire libre, como el esquí y las caminatas por senderos nevados, son muy populares. Las familias y amigos se reúnen alrededor de chimeneas, compartiendo historias y disfrutando de comidas caseras que calientan el cuerpo y el alma.

En los días soleados, la nieve brilla con una luz especial, y el cielo azul contrasta maravillosamente con el blanco del paisaje. Es un momento perfecto para salir a explorar y capturar la belleza del invierno con una cámara. Las fotos de los paisajes nevados que me enviaron mis amigas me hicieron sentir como si estuviera allí con ellas, disfrutando de la paz y la belleza de El Bolsón en invierno.

Volver a ver a El Bolsón cubierto de nieve me recordó la importancia de apreciar los pequeños momentos y la belleza de la naturaleza. La nieve trae consigo una sensación de renovación y pureza, y transforma el paisaje en algo verdaderamente especial. A través de las fotos y las historias de mis amigas, pude experimentar un poco de esa magia invernal, y eso me llenó de alegría y gratitud.

El Bolsón es, sin duda, un lugar mágico, y cada nevada solo acentúa esa magia. Las amistades, la comunidad, y los pequeños placeres como un chocolate caliente en Jauja, son lo que hacen de este lugar algo único y maravilloso. Estoy deseando poder volver a visitar El Bolsón y disfrutar de su belleza en persona, pero mientras tanto, las fotos y relatos de mis amigas me mantienen conectado con este rincón tan especial de la Patagonia.

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